Comer queso, ¿bueno o malo para la salud?

Comer queso, ¿bueno o malo para la salud?

Última actualización: 17 diciembre, 2020

El queso es uno de los alimentos que más ha despertado, a lo largo de los años, amores y odios. Hay quienes afirman que no pueden vivir sin él, pero también están quienes lo han eliminado por completo de su dieta por considerarlo un alimento perjudicial y problemático.

Lo cierto es que más allá de los gustos y preferencias individuales, el queso tiene algunas propiedades nutricionales que pueden redundar en beneficios para la salud y otras que pueden generar ciertas reacciones adversas en personas particularmente sensibles.

Teniendo en cuenta lo anterior, a la pregunta ¿El queso es bueno o malo? se podría responder con otra pregunta: ¿para quién?

Veamos un poco más.

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Propiedades nutricionales del queso

El queso es uno de los productos lácteos fermentados más populares y se puede obtener a partir de la leche de diferentes animales como vacas, cabras, búfalas y ovejas.

Aunque las propiedades nutricionales del queso varían dependiendo de su proveniencia, de su proceso de producción y de su tiempo de añejamiento, generalmente es un alimento rico en los siguientes nutrientes:

  • Proteína
  • Grasa
  • Calcio
  • Vitamina A
  • Vitamina B12
  • Zinc
  • Fósforo
  • Sodio

El aporte energético (calorías) del queso varía dependiendo mucho de la cantidad de grasas que contenga. Por ejemplo 1 onza de queso feta tiene alrededor de 4 gramos de grasa y 60 calorías, mientras que 1 onza de queso cheddar tiene cerca de 10 gramos de grasa y 120 calorías.

Ventajas asociadas al consumo de queso

quesos en una mesa

Los beneficios asociados al consumo de queso están directamente relacionados con sus nutrientes (los cuales también se pueden encontrar en otros alimentos):

1. Gracias a su contenido de proteína y grasa, el queso aporta saciedad y puede ser un aliado para mitigar los antojos en planes de pérdida de peso (1), siempre y cuando su consumo esté contemplado dentro de una restricción calórica.

2. El queso es una de las principales fuentes alimenticias de calcio, un mineral que contribuye a la salud de tus huesos, dientes, músculos y corazón. (2)

3. La vitamina A presente en el queso contribuye a mejorar la salud visual y fortalece el sistema inmunológico (3).

4. La mayoría de quesos tienen un contenido casi nulo de carbohidratos, por lo que son alimentos amigables en dietas cetogénicas o Low Carb.

5. Diversos estudios han relacionado el consumo de queso con un menor riesgo de desarrollar caríes. (4) (5)

4. Algunos tipos de queso pueden aportar bacterias beneficiosas para la salud y el equilibrio de tu microbioma intestinal. (6) (7)

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Posible desventajas asociadas al consumo de queso

mujer sosteniendo bloque de queso

1. El queso contiene lactosa, un tipo de azúcar presente en la leche que puede ocasionar problemas digestivos en personas intolerantes. Algunos quesos contienen más lactosa que otros y el nivel de tolerancia a los mismos varía de una persona a otra.

2. El consumo de queso también puede desencadenar reacciones adversas en personas alérgicas o sensibles a la caseína o al suero, dos proteínas presentes en la leche.

3. Por su alto aporte de grasas, el queso también es un alimento rico en calorías y por consiguiente su consumo debe ser moderado en procesos de pérdida de grasa.

4. Algunos tipos de queso son altos en sodio, por lo que las personas con hipertensión deben moderar su consumo o elegir variedades con menos aporte de este mineral.

¿Y qué pasa con las grasas saturadas?

Una de las críticas más comunes hacia el queso y los productos lácteos en general tiene que ver con su alto contenido de grasas saturadas, las cuales fueron señaladas durante mucho tiempo como culpables de la enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, años de investigación han determinado que los alimentos enteros y naturales que contienen grasas saturadas pueden hacer parte de una alimentación saludable.

Algunos estudios, incluso, han encontrado asociaciones favorables entre el consumo de productos lácteos y un menor riesgo de enfermedades cardíacas. (8) (9) (10)

Descubre también: ¿Cuáles son las grasas más saludables?

Para tener en cuenta

mujer acomodando queso en tabla

Si no eres una persona intolerante o especialmente sensible al queso puedes incluirlo en tu dieta con tranquilidad, sin embargo es importante que tengas presente que este debe ser un complemento (no la base) de una alimentación balanceada, rica en vegetales y frutas, con fuentes de proteína variadas y con buen aporte de grasas saludables.

Si bien se ha demostrado que las grasas saturadas no son tan problemáticas como se solía creer, su consumo en exceso tampoco es una buena opción. Todo en su justa medida.

Finalmente ten presente que los beneficios asociados al consumo de queso no aplican de la misma manera para productos altamente procesados o productos “con sabor a queso”. Dentro de los ingredientes de un verdadero queso se debe leer poco más que leche, cultivos lácticos, sal y cuajo.

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