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La inflamación de las articulaciones, mejor conocida como artritis, es una condición que afecta a gran parte de la población mundial, y la artritis reumatoide es uno de los tipos más comunes. En este artículo descubrirás algunas recomendaciones de alimentación para este padecimiento Según datos de publicados por Global RA Network, una red que reúne a pacientes de artritis reumatoide de 18 países del mundo, esta enfermedad afecta a aproximadamente 1 de cada 100 personas de todos los grupos de edad, sin embargo la mayoría de los casos nuevos aparecen entre los 40 y 70 años, siendo especialmente común en las mujeres. Muchos son los síntomas que se presentan ante el diagnóstico de artritis reumatoide, pues el paciente entra en una serie de cambios a nivel fisiológico que pueden comprometer su calidad de vida, sobre todo cuando no se detecta y trata a tiempo. Descubre también: Inflamación crónica: la causa oculta tras muchas enfermedades ¿Qué es la artritis reumatoide? Aunque la definición de artritis como inflamación de articulaciones es bastante sencilla, se trata de una enfermedad compleja con una serie de variantes y condiciones asociadas agrupadas en más de una centena. La artritis reumatoide se reconoce principalmente por la aparición de síntomas evidentes como el dolor generalizado, rigidez, enrojecimiento e hinchazón de las articulaciones, limitando la capacidad de movimiento. Si bien comparte síntomas con otros tipos de artritis, se diferencia por las articulaciones específicas que afecta a lo largo del tiempo, por ejemplo, las molestias en las articulaciones de las manos, pero no las articulaciones cercanas a las uñas. Otras articulaciones afectadas pueden ser el cuello, la mandíbula, rodillas, codos, pies, tobillos e incluso las caderas. Además de los síntomas mencionados, en la artritis reumatoide los pacientes también pueden presentar cuadros febriles leves, anemia, poca energía o debilidad y tendencia a la pérdida de peso. ¿Que la causa? En la artritis reumatoide, una respuesta autoinmune parece encontrarse como la primera causa, pues por razones aún desconocidas, el sistema inmunológico se “confunde” y ataca las articulaciones como si se tratara de patógenos, lo que redunda en inflamación y daño a los tejidos. Los factores de riesgo causales de la artritis y enfermedades similares son diversos, y dentro de estos se encuentra la edad, componentes hereditarios, lesiones articulares pasadas, sexo (siendo más comunes en las mujeres) y el sobrepeso cada vez más frecuente en la población y asociado con malos hábitos de alimentación. Descubre también: 7 acciones para aliviar el dolor de espalda alta Tips de alimentación Dentro de los cambios a los que te enfrentarás tras un diagnóstico de artritis reumatoide, es probable que la dieta sea el más importante junto con el descanso y la actividad física. En cuanto a la alimentación, en Viva mi Salud nos especializamos en brindar herramientas para mantener un buen estado físico, peso saludable e indicadores que ayuden a mejorar la sensación de bienestar cuando se sufre de padecimientos pasajeros o crónicos como la artritis reumatoide. Antes de iniciar cualquier cambio radical en tu alimentación para complementar el tratamiento de la artritis reumatoide, es recomendable que consultes con un especialista, sin embargo hay decisiones nutricionales sencillas con las que se puede iniciar. Aumenta el consumo de fibra: consumir una dieta rica en fibra puede contribuir a reducir marcadores de inflamación (1) y ayuda con la pérdida de peso corporal. Las mejores fuentes de fibra son los vegetales, las frutas, las legumbres y los cereales integrales. Más vegetales crucíferos: Un estudio adelantado con 1.005 participantes mujeres demostró que la ingesta de vegetales crucíferos como el brócoli puede estar asociada con niveles reducidos de marcadores inflamatorios (2). Además, el brócoli contiene un compuesto llamado sulforafano que podría ser un potencial agente terapéutico para la artritis reumatoide (3) (4). Más bayas o frutos rojos: el consumo de bayas se ha asociado con una menor probabilidad de tener niveles elevados de inflamación (5). Estas frutas también contienen quercetina y rutina, dos compuestos que han sido estudiados por su potencial terapéutico para el tratamiento de la artritis (6) (7). Consume alimentos ricos en ácidos Omega 3: la ingesta de ácidos Omega 3 parece reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones (8) (9). Dentro de los alimentos que se recomiendan para aumentar el consumo de Omega 3 están pescados como salmón, sardinas y arenque. En cuanto a los alimentos de origen vegetal podemos citar la linaza y la chía. Cocina con aceite de oliva: este aceite contiene ácido oleico y oleocantal, dos sustancias que han mostrado prometedoras propiedades antiinflamatorias (10) (11). Usa cúrcuma para sazonar: la curcumina presente en la cúrcuma es reconocida por ser un potente antiinflamatorio y se cree que iguala la efectividad de algunos medicamentos diseñados para este fin sin los efectos secundarios (12). Reduce los alimentos refinados y opta por productos integrales, ricos en fibra y micronutrientes. También incluye tubérculos como papa, batata, raíces como yuca o mandioca, para variar las fuentes de hidratos de carbono. Modera el consumo de proteínas de origen animal e incorpora más proteínas vegetales como las legumbres (frijoles, garbanzos, lentejas, habas, habichuelas, soya y derivados, entre otras). Otros alimentos a considerar son las algas, setas y hongos. Otras recomendaciones importantes a tener en cuenta son limitar los carbohidratos refinados, la comida chatarra y las frituras, y evitar también otros alimentos desencadenantes de inflamación como el azúcar y los aceites vegetales refinados como el de soya, el de canola, el de girasol y el de maíz. Ten presente que si logras alimentarte correctamente podrás conseguir un mejor balance de tu organismo, e incluso requerir una menor cantidad de medicamentos. Descubre también: Batido para apoyar la salud de tus articulaciones

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