7 acciones para aliviar el dolor de espalda alta

7 acciones para aliviar el dolor de espalda alta
Revisado y aprobado por
María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición

El dolor en la espalda alta es menos común que el dolor lumbar, pero aún así es uno de los motivos de consulta más frecuentes y una condición que puede afectar notablemente tu calidad de vida y el desarrollo de tus actividades cotidianas.

Cualquier persona puede sufrir de dolor de espalda alta en algún momento de su vida, sin embargo ignorar esta dolencia puede hacer que la incomodidad empeore y que se limite cada vez más tu capacidad de movimiento. Por eso es importante prestar atención y emprender algunas acciones para controlar o aliviar los síntomas.

Las causas más comunes del dolor en la espalda alta suelen ser una mala postura o el uso excesivo de los músculos, y en estos casos (siempre y cuando el dolor sea leve) puedes probar con algunos cambios en tu estilo de vida, descanso, remedios caseros y algunos ejercicios suaves de estiramiento.

Sin embargo, debes tener en cuenta que existen diferentes causas o detonantes de esta condición como:

  • Hernia de disco
  • Lesión traumática
  • Osteoartritis
  • Fibromialgia

A continuación encontrarás algunas de las recomendaciones más comunes para el dolor de espalda gradual y leve ocasionado por malas posturas o uso excesivo de los músculos:

Pasos para aliviar el dolor de espalda

mujer mano espalda alta

1. Descansa, pero no demasiado

El sueño y el descanso nocturno de al menos 6 horas ininterrumpidas es fundamental, sin embargo durante el día debes procurar mantenerte lo más activo posible y llevar a cabo tu rutina diaria con normalidad, por supuesto cuidando la postura y los movimientos, y evitando levantar objetos pesados.

2. Mantén una buena postura

Una mala postura es el detonante más común de los dolores de espalda y por consiguiente mantener esta postura después de sentir molestias solo empeorará la situación o retrasará el alivio. Trata de mantenerte erguido (de pie o sentado) y evita encorvarte.

3. Haz pausas activas

Evita pasar largos periodos de tiempo sentado frente a un computador o realizando tareas repetitivas. Toma descansos cada hora para levantarte, estirarte, sacudirte y caminar un poco.

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4. Estira con precaución

Realizar estiramientos suaves puede ayudarte a aflojar la tensión y experimentar un alivio del dolor, sin embargo excederte con los estiramientos o usar la técnica errónea puede resultar contraproducente. Si no estás seguro sobre cómo estirar adecuadamente, consulta con un fisioterapeuta.

5. Usa compresas frías o calientes

Poner bolsas de hielo o de agua caliente (alternadas) en la zona afectada puede proporcionar un alivio del dolor a corto plazo. Envuélvelas con cuidado en un paño o toalla para no aplicarlas directamente sobre la piel. También puedes optar por las compresas térmicas que consigues en las farmacias.

6. Pide un masaje

Un masaje suave (sin aplicar demasiada fuerza sobre los músculos, huesos y articulaciones) puede relajar los músculos, disminuir la tensión, aliviar el dolor y proporcionar una sensación general de bienestar. Recuerda que siempre es preferible optar por un masaje terapéutico dirigido por un profesional.

7. Trata de relajarte

La excesiva preocupación o el estrés constante pueden empeorar notablemente el dolor de espalda y dificultar su curación, así que trata de realizar cada día una actividad que te proporcione calma y tranquilidad como meditar, dar un paseo al aire libre, hacer ejercicios de respiración consciente, conectar con tus amigos, escuchar música suave…

¿Cuándo acudir al médico?

médico revisando la espalda de un paciente

Acude de inmediato a un médico si tu dolor de espalda inició debido a un golpe abrupto que pudo generar una lesión, bien sea jugando fútbol, en un accidente automovilístico o alzando algún objeto pesado…

También es recomendable que acudas al médico si el dolor de espalda se ha vuelto muy intenso, se extiende por mucho tiempo sin evidenciar mejoría alguna y te impide llevar a cabo tus actividades cotidianas.

En estos casos siempre es importante que un profesional haga los exámenes necesarios, te diagnostique y pueda iniciar el tratamiento más adecuado según la causa del dolor y tu historial de salud.

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