Investigación revela que el cerebro humano está predispuesto al perdón

Investigación revela que el cerebro humano está predispuesto al perdón
Revisado y aprobado por
María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición

Última actualización: 5 febrero, 2020

Un estudio científico publicado en la revista Nature Human Behavior reveló que el cerebro humano está diseñado para fijar las buenas impresiones y olvidar con facilidad las malas.

Esta reciente investigación, liderada por psicólogos de las prestigiosas universidades de Yale y Oxford, confirmarían que el cerebro de las personas tiene una predisposición natural hacia el perdón.

La conclusión de este estudio se dio tras la realización de una serie de experimentos con más de 1.500 personas, con los cuales se logró determinar que los seres humanos tienen gran facilidad para dar a los demás el llamado “beneficio de la duda”, aún cuando sus acciones previas sean cuestionables.

“Debido a que las personas a veces se comportan mal de forma accidental, tenemos que ser capaces de actualizar las malas impresiones que resultan ser erróneas. De lo contrario, podríamos terminar relaciones prematuramente y perdernos los muchos beneficios de la conexión social”, aseguró Molly Crockett, autora principal del estudio.

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¿En qué consistió el experimiento?

Las personas que participaron en el estudio tuvieron que observar el comportamiento de dos individuos extraños ante un dilema moral: aceptar o no aceptar infringir descargas eléctricas a otro ser humano a cambio de dinero.

Las impresiones positivas ante el individuo que no aceptó infringir las descargas fueron inmediatas, generalizadas y evidentes.

Sin embargo lo que sorprendió a los investigadores es que no hubo gran seguridad ni convicción respecto a las impresiones negativas que dejó el individuo que aceptó infringir las descargas eléctricas.

De hecho, cuando este individuo se decantó por un buen comportamiento (pese a la acción previa), los observadores mejoraron inmediatamente sus impresiones acerca de él.

Esto demostraría que el cerebro logra almacenar con mayor facilidad las buenas impresiones y que tiene mayor flexibilidad para ajustar las malas. 

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