María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 8 septiembre, 2020
El pollo es una de las proteínas de origen animal más consumidas en el mundo y aporta todos los aminoácidos que tu cuerpo necesita obtener a partir de la dieta, sin embargo las aves de corral, al igual que otras carnes, pueden estar contaminadas con bacterias nocivas como la Salmonella y la Campylobacter.
Teniendo en cuenta lo anterior, es de vital importancia aprender los pasos para una manipulación higiénica de este alimento, así como para su refrigeración y cocción adecuadas. De esta forma se evitará la contaminación cruzada y se prevendrán enfermedades ocasionadas por las bacterias.
En Viva mi Salud hemos reunido algunos tips que necesitas tener en cuenta al momento de comprar, almacenar, descongelar y cocinar el pollo.
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Al comprar
- Compra el pollo en un lugar de confianza.
- Selecciona el pollo al final de tu compra. De esta forma podrás refrigerarlo o congelarlo en el menor tiempo posible.
- Evita cualquier pollo que tenga una apariencia descolorida o pegajosa.
- Asegúrate de que el pollo no tenga ningún olor anormal.
- Verifica que el pollo congelado esté correctamente congelado. Es conveniente que revises el empaque en búsqueda de cualquier señal de descongelación.
- Al ubicar el pollo en el carrito del supermercado, asegúrate de mantenerlo separado del resto de tu compra. De esta forma evitas que al gotear contamine otros alimentos.
Al almacenar
- Si vas a consumir el pollo en los 2 días posteriores a su compra, puedes guardarlo en el refrigerador. De lo contrario es conveniente que lo congeles inmediatamente.
- El refrigerador debería indicar una temperatura 4 o 5° C y el congelador debería estar a -18° C o menos.
- Ubica el pollo en recipientes o bolsas herméticas para evitar que sus jugos no contaminen a otros alimentos en el refrigerador.
- Agrega una etiqueta a los empaques en los que almacenaste el pollo con la fecha de su congelación, así te asegurarás de consumir los productos más antiguos primero.
Al descongelar
- La mejor forma para descongelar el pollo es en el refrigerador y por consiguiente es importante que lo hagas con suficiente anticipación. (podría tardes horas o un día completo).
- Otra forma de descongelar el pollo es en un recipiente de agua fría, pero el agua debe cambiarse cada 30 minutos para asegurarse de que permanezca fría.
- Asegúrate de que el pollo esté descongelado hasta el centro antes de cocinarlo.
- No vuelvas a congelar un pollo que ya ha sido descongelado.
- Cocina el pollo el mismo día en que se ha descongelado
Al preparar y cocinar
- Lávate bien las manos con agua y jabón antes y después de manipular pollo crudo.
- Desinfecte adecuadamente los utensilios de cocina que entraron en contacto con el pollo crudo. Por ejemplo: chuchillo, tabla de cortar u otras superficies. (De ser posible disponga de utensilios diferentes para la manipulación de alimentos crudos)
- Evita enjuagar el pollo crudo en el fregadero. Esto no eliminará bacterias y sí puede ocasionar que el jugo se esparza por su cocina.
- Asegúrate de cocinar el pollo de forma pareja y por el tiempo suficiente. Si tienes un termómetro de cocina puedes verificar que haya alcanzado una temperatura interna mínima de 7 4 o 75° C. Ten presente que la única forma de matar las bacterias es a través de una óptima cocción.
- Si sobro pollo cocinado, conviene refrigerarlo inmediatamente y no recalentarlo más de una vez.
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Referencias
Para la elaboración de este artículo se consultaron las siguientes fuentes:


